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Los investigadores encuentran genes OCD compartidos en perros, humanos y ratones

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Los investigadores encuentran genes OCD compartidos en perros, humanos y ratones
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Olivia Hoover | Editor | E-mail

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Fotos de: Dave Nelson / Shutterstock.com

El estudio científico demostró que los perros y los seres humanos comparten más de 350 trastornos genéticos. Los hallazgos más recientes indican que el TOC, una de las afecciones compartidas que pueden afectar tanto a nosotros como a nuestras mascotas, se puede identificar a través de cuatro genomas.

¿Su perro se lama las patas o arañazos incesantemente sin ninguna razón obvia? Si ese es el caso, podría sufrir de una forma canina de trastorno obsesivo-compulsivo. Denominado CD canino, durante mucho tiempo se creyó que este problema conductual era solo una exageración del comportamiento normal, más que una afección con un vínculo genético. Sin embargo, Hyun Ji Noh, genetista y autor principal del estudio realizado en el Broad Institute of MIT y Harvard, llegó a una sorprendente conclusión.

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El TOC es una condición compleja, que se basa en el comportamiento repetitivo, ya sea que se centre en pensamientos o acciones, que se ha relacionado con anomalías en los circuitos neuronales. El estudio publicado en Comunicaciones naturales utilizaron el enfoque multiespecífico para secuenciar genomas y, posiblemente, encontrar mutaciones genéticas que pudieran sugerir un potencial para la manifestación del trastorno obsesivo-compulsivo.

Ewen Kirkness, un biólogo molecular en el Instituto de Investigación Genómica, allanó el camino para este estudio pionero una vez que comenzó a mapear el genoma del perro con su caniche, Shadow, en 2003. Esa investigación se amplió más tarde (primer genoma completamente secuenciado era de un boxeador) y nos hizo darnos cuenta de que los caninos comparten el 5% de nuestro genoma. Por lo tanto, sabíamos que compartimos más que amistad con nuestros perros, pero ahora también sabemos un poco más sobre los trastornos genéticos que compartimos.

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Los investigadores estudiaron tres conjuntos diferentes de ADN (perro, ratón y humano) y encontraron muchas similitudes. De los 608 genes que compilaron, identificaron cuatro genes asociados que indican el potencial del desarrollo del TOC. El enfoque multiespecífico llevó a encontrar "la primera asociación significativa de todo el genoma informada para el TOC", Hyun Ji Noh informa en estos hallazgos.

Aunque la presencia de genes en el ADN de uno indica que el trastorno obsesivo compulsivo es más probable, no es un indicador definitivo. Incluso si la variación en los genes está presente, la persona (o el perro) no desarrolla necesariamente el TOC.

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